El Perro Pulgoso - Leyenda peruana

Según cuentan los antiguos moradores de Hualmay, en el barrio "el Tropezón" había un Perro que se aparecía solo en las noches, y siempre empezaba a rascarse todo su cuerpo por que, aparentemente tenia muchas "pulgas". Este Perro, siempre recorría casi todo el barrio en busca de comida, pero nadie le daba nada. Conforme pasaban los días, este era echado por los vecinos para que no deje sus pulgas. Lo botaban echándole agua fría, o correteaban a pedradas o palos.

Una vez, en una alejada casita de esteras que era habitada por unos paisanos llegados de Huaraz, el Perro comenzó a frecuentarla muy seguido por las noches, el Hombre de la casita, se levanto a ver quien era, y al ver al Perro que se rascaba, comenzó a tenerle afecto, sin embargo, el Perro lo rechazo en primera instancia, pero pasado las noches siguientes, el Perro apareció por la casita otra vez.

Estas personas a pesar de su pobreza, compartían su comida y le daban de comer en un pote de calabaza un poco de pan frió remojado con agua de trigo pelado. Cuando el Perro agarró confianza, se dejo acariciar y se hizo amigo de estas buenas personas.

Con el tiempo, el Perro fue despulgado durante la noche gracias a la paciencia de estas buenas personas. Así fue lo mismo por varias veces hasta que un día, el Perro empezó a rascarse delante de estas personas que asombrados, veían como las Pulgas caían al suelo. Conmovidos por el incomodo Can, no lo echaron, mas bien lo alimentaron para que pueda irse tranquilo.

El Perro Pulgoso
El Perro Pulgoso

Al día siguiente muy temprano, la Pareja al salir de su casita, encontraron milagrosamente varias pepitas de oro en el mismo lugar donde el Perro se había rascado. La Pareja muy sorprendida, recogió las pepitas de oro y llegaron a reunir una gran cantidad de ellas que después, las usaron para comprar el Terreno donde estaban viviendo, y construyeron su hogar con materiales mas decentes. La avenida de su hogar la llamaron de cariño: "La Villa del Perro Pulgoso".