Cuenta la leyenda, que hace mucho en un lugar conocido como Teziutlan, existía una cueva llamada "La cueva del tiempo", y en esta, se ocultaban grandes tesoros.
Un día, un joven cuya familia era bastante humilde, se enteró sobre esta cueva, y frente a sus amigos dijo ir por aquel tesoro. En su camino, su ida demoro varios días, hasta que por fin la encontró. A pesar de su aspecto oscuro, siguió valiente su camino. En cuestión de horas, encontró aquel tesoro del que tanto se hablaba. Había de todo, oro, joyas preciosas y más.
El chico, pensaba en que cosas podría llevarse y en especial, aquellas de gran valor y que no pesen mucho, pero hasta que eso suceda, se quedó dormido tras su gran esfuerzo por llegar allí. Cuando despertó, tenia telas de araña sobre él pero esto no le tomo importancia, así que tomo lo necesario y salió de allí.
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| La Cueva del Tiempo |
Cuando llegó a su pueblo, noto que todo estaba distinto. Buscó a sus Padres pero le dijeron que habían fallecido hace mucho. Al encontrar a uno de sus amigos que aun estaba con vida, vio que este ya era un anciano. Este le preguntó por qué había demorado tantos años, y el joven, al percatarse a si mismo, notó que también era un anciano, luego se sentó y se dijo: "¿En verdad, valió la pena desperdiciar toda mi vida por todos estos tesoros?"