El Payaso de la Mecedora - Leyenda

Nota del Equipo: Antes de leer esta leyenda de terror urbana, si eres menor de edad o un niño, recomendamos la atención de tus padres. Las leyendas de terror o leyendas urbanas, guardan relatos a veces fuertes, y como para ocasiones de Halloween o similares, recopilamos contenido pero muy tratado y muy moderado. Queremos que disfrutes de cuentos de terror, pero sin tonos fuertes. Gracias por tu atención.

El Payaso de la Mecedora
Cuenta esta leyenda, que hace mucho una pareja festejaba su aniversario y entonces decidieron celebrarlo fuera de casa en una agradable cena. Para poder salir, idearon contratar a una niñera para que cuide a su pequeño hijo.

La joven ya contratada, dio de cenar el pequeño niño y luego le leyó un cuento. Tras cenar, lo llevó a la cama y después la chica bajó a la sala a ver televisión. Un rato después ella escuchó sonidos extraños proveniente de la habitación del niño.

La chica creyendo que era él se había despertado, subió a ver qué hacía, pero al llegar no encontró nada distinto a como lo había dejado, pero al voltearse se dio un buen susto al ver un enorme Payaso de tamaño real que estaba sentado sobre la mecedora del cuarto. Ella pensó que estaba horrible dicho muñeco y que era demasiado tétrico para un niño, pero a cuestión de gustos, no dijo más y se retiró.

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Cuando la joven bajó por las escaleras, nuevamente escuchó ruidos y se sentía observada. Ella trató de pensar que sólo era su imaginación, pero al pasar un leve rato, escuchó repentinamente el sonido del teléfono que la asustó.

La Joven contestó y era el Padre del niño que preguntaba si todo estaba bien. Luego dijo que él y su esposa le tomarían un poco más en llegar a casa. La niñera dijo que no había problema y pregunto, que si podía poner una sabana sobre el payaso del cuarto de su hijo ya que le producía mucho terror.

El Padre en ese momento se sorprendió y dijo que de inmediato que salgan de la casa porque NO TENÍAN NINGÚN PAYASO ENORME como juguete. Tras esto los padres llamaron a la policía y regresaron tan pronto como pudieron a su hogar.

Cuando llegaron, encontraron una Patrulla en su casa y al entrar, sólo pudieron encontrar algo terrible y espantoso: La casa tenía rastros de sangre por todos lados y estaban sólo los cuerpos sin vida de la niñera y el niño. Del rastro del Payaso, jamás se llegó a encontrar nada.