La Leyenda del Ichi, el enanito

Cuenta la leyenda que hace mucho en el callejón de Huaylas, se abrió la tierra y de su interior salió un pequeño ser de brillante cabellera roja y ojos hermosos. Él era llamado "el Ichi".

Se dice que este pequeño ser, gusta saltar alegremente por las peñas y riscos, pero cuando hacia mucho frio, él se estremecía y se ponía a llorar fuertemente como si fuera un "cerdito". Cuando el sol calentaba otra vez, el Ichi nuevamente empezaba a saltar. Su cabellera roja y siempre se enredaba entre las pencas y las tunas.

Durante las noches, el Ichi tocaba su barriga como si fuera un tambor. Éste sonido era tan fuerte que resonaba de cerro en cerro. Por las tardes, soplaba su quena y cuando tenia oportunidad de encontrar a algún campesino recoger leña, él lo asustaba gruñendo sordamente.

Aparte de todo esto, el Ichi se divertía mucho cantando bajo la tierra, y sus canciones salían al aire como si fuera agua de algunos puquiales cuando se convierte en nube. Durante los amaneceres celestes, sus tonadas despertaba a los niños dulcemente.

La Leyenda del Ichi, el enanito (Leyendas Peruanas)

Nadie de la localidad de Qjelle Huanca (donde decidió quedarse el Ichi), jamás vio a este peculiar personaje, pero lo adivinaban en el agua, en los cerros, y bajo la tierra. Todas las noches, esperaban su toque de tambor para dormirse, y se acostumbraron a la melodía de su flauta, que no sabían despertar sin su música.