Hace muchos años, en la Selva había escasees de Agua y más por que no existían lagunas, arroyos o los ríos. Las lluvias también era muy escasas. En aquel entonces vivían dos hermanos con sus Abuelos. El Abuelo tenia un lugar secreto donde conseguir el agua pero no decía a nadies debido a la escasees. Todas las mañanas el Abuelo y sus nietos llevaban varios cantaros de agua para que su Abuela cocine pero un día, cansados los Niños de llevar continuamente el agua, decidieron averiguar de dónde sacaban el agua así que, decidieron seguir a su Abuelo.
Llegado el día, el mayor de los hermanos se convirtió en un Picaflor y siguió cuidadosamente a su Abuelo que iba a bañarse. Cuando llegaron, vio salir un gran chorro de agua de un denso Árbol llamado "Lupuna". Muy maravillado por el descubrimiento, el niño regresó a su hogar junto a su hermano. Sabido el lugar, se retiró y junto a su hermano decidieron reunir a todos los animales de la selva para que los ayuden a cortar al milagroso Árbol.
Cuando los hermanos y los Animales estaban reunidos, se encaminaron donde estaba el Árbol y tras muchas horas de trabajo para cortarlo, el Árbol estaba a punto de caer. Ya tarde y muy cansados, decidieron irse a descansar.
Al día siguiente todos tuvieron una enorme sorpresa, encontraron el Árbol como nuevo y sin daños. Confundidos por un rato, decidieron volver a empezar desde cero. Al llegar la noche y ya cansados, decidieron ir a dormir pero; nuevamente a la mañana siguiente el Árbol estaba otra vez sano. Así sucedió por una tercera y cuarta vez; el Árbol permanecía intacto como si nunca hubiese sido tocado. Un día bien decididos, continuaron su trabajo sin parar y cuando el Árbol estaba casi listo para caer, el menor de los Hermanos se convirtió en un Alacrán y se encaminó donde su abuelo para picarle el pie. Una vez cumplida su misión, el Árbol pudo caer al suelo sin antes generar una enorme bulla en la selva.
Cuando el Árbol estuvo en el piso, empezó a salir grandes cantidades de agua de él y tras unos segundos, su tronco se convirtió en un gran río así como también sus hojas y espinas en diversa variedad de peces que hasta hoy en día, viven en la selva.
Otra leyenda cuenta, que en la creación del Mundo hace millones de años, el Sol Guarací y la Luna Jací se amaban incondicionalmente pero para su infortunio, solo podían verse por unos breves minutos en la mañana y al atardecer. Eso les entristecía mucho a ambos.
Guarací esperaba todo el día impacientemente la llegada de Jací, Pero cuando ella llegaba, él tenia que partir, y así siempre la misma rutina. Un día en la cual pudieron verse tranquilamente, el Sol le propuso matrimonio a la Luna para que vivan juntos por siempre. Jací aceptó sin embargo, no tardaron mucho en darse cuenta que su matrimonio no podía ser, ya que los días y noches siempre se acababan. Jací sollozando se despidió de Guarací y se escondió detrás de los Árboles del Amazonas. Desde ese entonces no se volvieron a ver.
Jací lloró tanto desconsoladamente por mucho tiempo, que sus lagrimas inundaron los bosques y llegaron hasta el mar. Así, nació el Río Amazonas.