Según cuenta, el Barranco de Badajoz es un cañón situado en Tenerife (archipiélago canario). Muchas leyendas giran sobre ese lugar, pero las más destacadas son aquellas donde aparecen luces o figurar misteriosas luminosas.
Uno de tantos relatos, cuenta que cuando dos mineros buscaban vías para excavaciones (allá por 1912), una pared se derrumbó ante ellos dejando por descubierto una cavidad de dos entes luminosas. Algunos dicen que ellos huyeron en busca de ayuda de la Guardia Civil, otros decían que aquellas entes le dijeron un lugar perfecto donde debían cavar.
Otra historia cuenta que, una Niña salió de su hogar en busca de frutas por el barranco pero, cuando llegó a un Peral, le ganó el cansancio y pronto se quedó dormida. Cuando despertó, vio a un hombre alto vestido de blanco que la invitó a que la acompañe.
Se dice que la Niña no tuvo miedo y la acompaño al interior de una cueva que daba a un valle en el que hubo más entes parecidas a él. Terminada la visita, el hombre misterioso llevo nuevamente a la Niña a fuera de la cueva, y tras ayudarla a recoger las peras, la envió a casa.
Cuando la Niña regresó a su pueblo, todos estaban muy sorprendidos ya que, lo que había sido para la Niña unas pocas horas, en realidad ella se ausentó por 20 años.
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